Un profesor en la escuela manda trabajo para realizar por la tarde en casa. El alumno prende la computadora, se conecta a Internet, se dirige a Google y busca: “Palabras agudas”.
Elige un resultado, visita la página, copia y pega. Agrega su nombre e imprime.
¿En dónde quedó el aprendizaje?
Ese niño aprendió a buscar, más no algo relacionado con las palabras agudas.
¿Es labor del profesor el dejar tareas más complicadas e imposible de encontrar en la red?
Yo creo que sí.
Por ejemplo, no es lo mismo solicitar una tarea: Para mañana traer una lista con 10 adjetivos.
Que solicitarla de la siguiente forma: Elige 10 de tus amigos en clase y crea oraciones utilizando sus nombres en las cuales utilices al menos 1 adjetivo.
No hay forma alguna de que esa tarea la encuentren en Internet y puedan plagiarla.
¿Qué hacemos cuando un estudiante de primaria copia del Internet?
Es muy probable que, si desde pequeños no fomentamos las bases para que los estudiantes aprendan a investigar y no plagiar, lo sigan haciendo toda la vida. Por ello es indispensable que sean reprendidos y penalizados para que, en su vida universitaria, no lo hagan. Pues un plagio universitario se castiga con una recisión de estudios.
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